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Custonaci
Custonaci es la ciudad del mármol y se presenta como la primera cuenca de mármol de Sicilia, la segunda de Italia y Europa. El pueblo está próximo a un área de gran interés naturalista, la Reserva Natural Orientada del Monte Cófano, con escabrosas ensenadas marinas incontaminadas; la misma se puede recorrer a través de senderos que ofrecen rincones panorámicos de incomparable belleza. En el sugestivo antro natural de la Gruta Mangiapane, en Scurati, usos, costumbres y tradiciones de la Sicilia de principios del Novecientos se reviven en ocasión del Pesebre Viviente (Navidad) y el Museo Viviente (verano). No se pierdan, en el período estival, los festejos en honor de la Virgen de Custonaci, con el desembarque en el mar de la copia de un veneradísimo cuadro de la Virgen, cuyo original del siglo XVI, está custodiado en el homónimo Santuario.
Custonaci es la ciudad del mármol y se presenta como la primera cuenca de mármol de Sicilia, la segunda de Italia y Europa. El pueblo está próximo a un área de gran interés naturalista, la Reserva Natural Orientada del Monte Cófano, con escabrosas ensenadas marinas incontaminadas; la misma se puede recorrer a través de senderos que ofrecen rincones panorámicos de incomparable belleza. En el sugestivo antro natural de la Gruta Mangiapane, en Scurati, usos, costumbres y tradiciones de la Sicilia de principios del Novecientos se reviven en ocasión del Pesebre Viviente (Navidad) y el Museo Viviente (verano). No se pierdan, en el período estival, los festejos en honor de la Virgen de Custonaci, con el desembarque en el mar de la copia de un veneradísimo cuadro de la Virgen, cuyo original del siglo XVI, está custodiado en el homónimo Santuario.
PAISAJE
El paisaje de Custonaci sorprende al visitante por la extraordinaria belleza de los panoramas, de los que se puede disfurtar en base a los puntos de observación. Desde el Belvedere de los Jardines Ángelo Messina, adyacentes al Palacio del Ayuntamiento, nos cautiva la visión del Monte Érice al sur, para después proseguir con la mirada hacia el norte, hasta el escenario que forma el Monte Cófano, que se yergue majestuoso sobre la Bahía de Cornino. Dirigiendo la mirada hacia el santuario que domina la ciudad, hace de marco el conjunto montañoso del Sparacio, en el que destacan los blancos y geométricos cortes de la canteras del Perlado de Sicilia, que hacen asumir al paisaje una connotación característica ligada a la predominante economía de los lugares. Colores, albores que con la puesta de sol asumen efectos especiales, debidos a la coloración de las rocas y de la vegetación que río abajo se enriquece de la belleza de los cultivos del olivo y la vid.
HISTORIA
Custonaci o Custunaci – según la dicción que nos llega de los más antiguos documentos y aún ahora se refleja en el habla popular - desde siempre indica un conjunto de zonas rurales, sólo desde hace unos cincuenta años, unidas para formar una ciudad. La desinencia aci o akis (de derivación sicana o griega) aparece en otros topónimos como Sparaci y Scuraci, e indica un objeto puntiagudo. La raíz del nombre podría aproximarse al término Kustuni, es decir, gran roca escarpada. Se sostiene también que pudiera ser de origen bizantino o que derive de la ninfa Chustonachi.
El nombre Custunachi, referido a un río del territorio, actualmente denominado Forgia, se encuentra en un privilegio del emperador Federico II de 1241. El desarrollo urbanístico de la ciudad está ligado al Santuario de la Virgen de Custonaci; las controversias en el tiempo surgidas con Érice, condujeron a la adquisición de la Autonomía Municipal el 3 de dicembre de 1948.
NATURALEZA
El territorio posee peculiaridades extraordinarias ligadas a la Reserva Natural Orientada del Monte Cófano y al conjunto montañoso del Sparacio, que encierran diferentes ejemplos vegetacionales: la pradera de ampelodesma y la garriga de palma enana con la presencia de franjas de Lecio Quercus ilex (quejigo). Los numerosos endemismos, entre ellos la Brássica drepanensis, la Euphorbia bivonae ( el euforbio), el Hieracium cophanense y el Delphinium emarginatum, definen condiciones de valor naturalista, especialmente en primavera, cuando es posible ver en flor las orquídeas salvajes. Dichas áreas son zonas de Interés Comunitario S.I.C. y Z.P.S. y de protección de las aves. Allí residen, en efecto, el halcón peregrino, el cernícalo, el cuervo imperial, la paloma salvaje y la gaviota común.
El Foso de la Bufara, una dolina causada por el cedimiento de las rocas calcáreas subyacentes, es una clara expresión del origen cárstico del territorio.
ARQUEOLOGÍA
En el territorio de Custonaci se encuentran grutas habitadas desde la época prehistórica. Fragmentos de obsidiana y sílex, fragmentos de cerámica esparcidos por doquier en la superficie testimonian la presencia del hombre desde tiempos antiquísimos.
La Gruta Mangiapane, de una altura aproximada de 70 metros y una profundidad de 50, explorada en 1870 por el marqués Dalla Rosa y en 1925 por el francés Vaufrey, estuvo habitada por el hombre desde el Paleolítico Superior. Al mismo período se remontan los fósiles, los esgrafiados y el material lítico restituido por la Gruta Buffa, asicomo los grabados lineares que se encuentran en el interior de la Gruta Miceli. Restos de una necrópolis de la Edad del Cobre se hallan en la zona de Tuono y las ruinas de un puente romano en la localidad de Linciasella.
La presunta identificación de la ciudad griega de Heráclea en los restos hallados en el Monte Cófano, no sostenida por las investigaciones científicas, por el momento queda sólo como una hipótesis.
ARTE
Una agraciada Virgen en el Trono con el Niño, Coronada por los Ángeles, es la primera imagen en la que se centra el culto de la llamada Virgen de Custonaci: pintada sobre tabla en torno a 1460, tiene el manto decorado con jarrones con vainas, colmados de espigas. El ábside del santuario acoge el cuadro y la más fastuosa decoración plástico-arquitectónica barroca del territorio trapanés: una gran tribuna marmórea adornada con una Inmaculada de mármol del siglo XVII y cuatro estatuas de madera (c.1770) del trapanés Pietro Cannamela. Dignos de señalar son además en el santuario los frescos de Doménico La Bruna, las telas de Giuseppe Felici (primera mitad del s. XVIII) y la decoración pictórica de Carlo Righetto (1900). De gran efecto es el coro de madera tallada y pintada (s. XVIII).
Interesantes también una tabla atribuida al taller de Antonello Crescenzio (primera mitad del s. XVI) y un pequeño altar de madera (s. XV-XVI).
MONUMENTOS
El Santuario de orígenes del tardío s. XVI, es el monumento más representativo de la ciudad, lugar de antiguo culto y meta de peregrinajes; la fachada, con portal de arcos ojivales y rosetón, y el interior neogótico son la expresión de las últimas reestructuraciones sucedidas a comienzos de siglo XX. De gran efecto decorativo es la monumental escalera y el suelo de la anteiglesia adoquinado con características losas de piedra.
Diseminados por el campo se yerguen los Baos (del árabe bahal, patio), estructuras rurales fortificadas, caracterizadas por un patio interno. Colocados en posición dominante, estaban provistos de ambientes destinados tanto a la demora ocasional del propietario como al servicio de la agricultura. A lo largo del litoral que costea el Monte Cófano se encuentran: la Torre de San Juan, que forma parte del circuito de defensa del s. XVI, la Capilla del Crucifijo, la Torre de Cófano de planta estelar y restos de una atunera.
TRADICIONES
Scurati es un pequeño burgo dominado por una cresta rocosa, prolongación del Monte Cófano, (sobre) a lo largo de la que se abren grutas y refugios naturales, algunos de los cuales han sido utilizados por pastores. En este sugestivo escenario, la Gruta Mangiapane, la más grande del territorio, alberga en su interior un minúsculo poblado caracterizado por un largo pasillo pavimentado con piedras y guijarros. A comienzos del Ochocientos la familia Mangiapane construyó allí cinco pequeñas casas de dos pisos, un almacén y dos establos; otras habitaciones se consiguieron cerrando el fondo de la gruta y se realizó un gran horno. En el exterior surgieron casitas, y una gruta más pequeña fue utilizada para la custodia del rebaño.
La familia habitó allí hasta 1950: actualmente el poblado enmarca el Museo y el Pesebre viviente.
También la gruta Rumana, junto al Torrente Forgia, ha sido utilizada como habitación.
PRODUCCIONES TÍPICAS
Custonaci es la primera cuenca de mármol de Sicilia, la segunda en Italia y en Europa, con una extensión de 62 km², de importancia, no solamente geológica sino, sobre todo económica. La Piedra de Custonaci, hoy exportada a todo el mundo, se ha empleado desde el Medioevo: el Libecho Antiguo, polícromo con matices de rojo, reviste en efecto edificios como la Regia de Caserta y la Basílica de San Pedro, en Roma. En la posguerra, gracias a la industrialización, Custonaci asumió un papel preponderante en el campo internacional con el Perlado de Sicilia, el mármol más vendido en el mundo, después del Blanco de Carrara. Es una calcárea fosilífera del Cretáceo Inferior con fondo marfil claro, arabescado en marrón y con bellas vetas de pura calcita, y se extrae principalmente en la zona sur-este del Monte Cófano. Además se extraen el Perladito de Sicilia, el Botticino, el Marfil Venado, el Brechato, el Libecho.
ENOGASTRONOMÍA
La gastronomía es la típica trapanesa, en la que a los sabores del mar se asocian los del campo: ante todo el couscous, de origen árabe, a base de sémola condimentada con caldo de pescado; lubinas, sargos, salmonetes y varios tipos de pescado, asados, a ghiotta (en sopa), fritos; atún, también en conserva, en sal (tunnina), todas sus partes, comprendidas las huevas (bottarga) y los interiores, oportunamente tratados.
A la tradicional cocina campesina pertenecen los platos de sabores fuertes y de inconfundibles aromas, como la pasta con pesto a la trapanesa, los “busiati” , tiras de pasta retorcida condimentadas con estofado de cerdo, las “cassatelle” de requesón en caldo, el cabrito y el cordero asados con laurel y romero o cocidos en una densa salsa de tomate, siempre acompañados de un buen vino local.
Entre los dulces son típicas las “cassatelle” fritas de requesón, las “spincie” (buñuelos), la “pignolata” y la “mandorlata” (de almendras).
MUSEOS CIENCIA DIDÁCTICA
La ex “Casa del Peregrino y Convento de los Franciscanos”, edificio contiguo al Santuario, ha asumido la función de Museo, uno de los más interesantes del agro ericino, por la colección de adornos litúrgicos, platerías y obras ligadas al culto de la Virgen de Custonaci, entre ellas el templete de madera con Virgen en el Trono con el Niño, de un tallador siciliano de finales del siglo XV comienzos del XVI. Están además expuestos estandartes procesionales, esculturas de madera, exvotos, pinturas, retratos. Merece atención una reliquia histórica: la elegante y robusta Caja de Madera decorada, utilizada para los famosos “Transportes” - ida y vuelta desde Érice – de la preciosa tabla, ahora en el santuario. Diseñada por el sacerdote Carlo Peraino, la llevó a cabo el ebanista Giuseppe Loretta (1831).
Otra institución cultural es la Biblioteca Municipal con un patrimonio de 14.412 volúmenes, que en verano promueve Una Biblioteca en el Mar .
RELIGIÓN RECUERDOS VÍNCULOS
La Virgen de Custonaci, patrona de diversos municipios separados de Érice, recoge hoy la identidad del pueblo del agro ericino. El santuario ha sido durante siglos meta de peregrinos venidos para homenajear a la Virgen llegada del mar, según la tradición, sobre una nave veneciana o francesa que se salvó de un naufragio y atracó en la Cala Bukuto. Tal evento, el lunes antecedente al último miércoles de agosto, durante las fiestas en honor de la Virgen, (se recuerda) con la llegada de un velero y el desembarque de una copia del cuadro, en la bahía iluminada por los fuegos pirotécnicos y en presencia de numerosos fieles, muchos de los cuales con antorchas acompañan en procesión la sagrada imagen hasta el Santuario.
Fue secular costumbre, fuertemente deseada por los Ericinos y contrastada por los habitantes de Custonaci, el Transporte, cada año, del cuadro de la Virgen a la cima del Monte San Giuliano.
DIVERSIÓN DEPORTE TIEMPO LIBRE
La Bahía de Cornino, antiguo burgo marinero de Custonaci, posee una sugestiva ensenada arenosa, frecuentada en verano por numerosos bañistas, muchos de los cuales, atraídos por las aguas cristalinas, han escogido el litoral como lugar de veraneo. El espléndido mar, habiendo obtenido en 2001 la Bandera Azul de Europa, se presta para deportes náuticos y excursiones en barco, mientras que la abundancia de pesca en los fondos representa una invitación constante para los apasionados de la esta actividad.Partiendo desde la Bahía de la Cala Bukuto, comienza un recorrido de trekking que se adentra en la Reserva Natural Orientada Monte Cófano y permite observar la Torre de San Juan (siglo XVI), la Iglesuela del Crucifijo, meta de peregrinajes en el último viernes de marzo, la dominante Gruta homónima, la ex atunera de Cófano. Algunas asociaciones deportivas y un club de submarinismo promueven excursiones, torneos, campeonatos, competiciones en diversas disciplinas.
EVENTOS Y MANIFESTACIONES
Custonaci está animada durante todo el año. En la sugestiva Gruta Mangiapane, se llevan a cabo periódicamente dos eventos etnológicos de grandísimo interés, el Pesebre Viviente en Navidad y el Museo Viviente en verano, que recuerdan momentos de la vida cotidiana de comienzos del siglo XX en el agro ericino. Actores son auténticos artesanos, campesinos, pastores, mujeres, niños, vendedores que repiten gestos antiguos y hacen revivir oficios hoy desaparecidos. En el interior del pequeño burgo se reproducen talleres y ambientes domésticos, dotados de utensilios y enseres originales. En el período navideño el evento se enriquece con el cuadro de la Natividad en el corazón de la gruta.
Esperadas son además las citas con el grupo Música-Teatro-Danza, la Spincia Fest y Degustando la Busiata, asicomo las fiestas en honor de María Santísima de Custonaci con el Desembarque, y la fiesta de San José, con el característico Convite.
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